La incertidumbre siempre está presente al emprender un proyecto nuevo, por lo que tenemos miles de dudas acerca de si lo que hacemos va a funcionar ¿qué garantiza el éxito?
Todos nuestros aprendizajes están marcados por la presencia de una guía; desde que nacemos hasta que tomamos decisiones profesionales buscamos quién nos acompañe en el camino para asegurar los resultados.
Pero regularmente nos preguntamos ¿tengo el éxito garantizado por seguir la guía?
Toma como ejemplo cocinar un pastel; seguir la receta no garantiza que quede con el mismo sabor que al chef, o que tenga la misma presentación, pero ¿sería mejor no seguir la receta?
La respuesta es no. Al intentar algo nuevo, lo mejor es tener alguien en quien confiar que nuestro camino sea marcado, después podremos hacer las modificaciones necesarias para darle nuestro toque personal a las cosas.
Lo mismo sucede cuando buscamos resolver los problemas en la organización, puedes consultar miles de guías y preguntarte ¿cómo te garantizan que tus resultados sean iguales a lo que te están prometiendo?
Para que puedas confiar en una metodología necesitas corroborar que sea innovadora, así como que cumpla con un proceso que te ofrezca una serie de pasos a seguir.
Existen dos formas en las que podemos asegurarnos de conseguir el éxito: la primera es buscar una guía confiable y con una metodología probada. Desarrollar una metodología no es sencillo, es por ello que las personas que la ponen a tu disposición, buscarán la manera más didáctica de mostrarte como seguir los pasos que te garanticen el éxito en la resolución de problemas.
La segunda forma de garantizar el éxito depende de ti ¿por qué? Puedes revisar miles de guías y consultar a las personas más representativas del tema, pero al final cada uno de nosotros viviremos en carne propia la implementación de la metodología.
Para seguir un proceso necesitamos no solo la disciplina para autogestionarnos, plantear y seguir objetivos, también necesitamos confianza en que lo que estamos haciendo está resolviendo un problema dentro de nuestra organización.
Tal vez el reto más difícil sea manejar nuestro tiempo, mantenernos motivados y aprender lo suficiente de forma que podamos transmitir a nuestro equipo de trabajo, no solo la metodología, sino la confianza en la implementación de ésta.
Ahora que sabes que tú eres el responsable del éxito ¿Qué acciones estás realizando para resolver los problemas de tu organización? ¿Cómo garantizas para ti y para tu equipo de trabajo la innovación y las soluciones efectivas?