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Un camino sin fin

Señales de un camino sin fin

 

El crecimiento profesional ha dejado de ser vertical para abrirse paso en todas direcciones y nos muestra un camino sin fin. Esto representa un reto a los esquemas de formación tradicionales, ya que actualmente la oferta educativa nos permite migrar en diferentes direcciones profesionales, abriendo paso a un nuevo camino: la orientación vocacional para adultos.

La interacción entre profesionales con diferentes áreas del conocimiento y la necesidad de utilizar diferentes herramientas nos lleva a conocer y generar nuevas profesiones que pueden ayudarnos a complementar nuestra formación, y más allá de eso darle un giro a nuestra carrera.

Pero con tanta oferta para volvernos multiprofesionales e incorporar herramientas de diversos tipos, el camino puede tornarse tanto emocionante como confuso. Las posibilidades de desempeñarnos en otras áreas, de tener a nuestro cargo personas con diferentes habilidades e incluso de cambiar de carrera representan un entorno para el que no siempre nos encontramos listos y, aunque tradicionalmente la creencia es que la orientación vocacional es para los adolescentes y finaliza cuando se elige una profesión, la realidad es que cada vez nos enfrentamos más a la necesidad de que la orientación vocacional alcance nuevos niveles.

Volver a tomar el camino

La orientación vocacional nos permite identificar creencias, percepciones e incluso emociones que nos despiertan las diferentes ramas del conocimiento, a fin de definir una elección profesional, es decir, aquello a lo que queremos dedicarnos. Si bien muchos de nosotros ya pasamos por esto en una ocasión, enfrentarlo de nuevo puede ser sinónimo de dos cosas: la primera, que lo que estamos haciendo actualmente no nos satisfaga del todo o que el ejercer nuestra profesión no es lo que creíamos y queremos buscar nuevas alternativas; la segunda significa que hemos adquirido la experiencia necesaria como para que otra salida profesional llame nuestra atención, que queramos completar nuestra formación y buscar nuevas áreas para ejercer.

Cualquiera de las dos opciones por las que consideres que es necesaria la orientación vocacional representa escenarios positivos, ya que quiere decir que eres los suficientemente curioso y emprendedor como para no encasillarte y seguir en la búsqueda.

¿Cómo llevamos a cabo una orientación vocacional que nos permita obtener resultados positivos?

  1. Mapea las áreas del conocimiento en las que ya posees experiencia.
  2. Una vez realizado esto prioriza cuáles son las que más te motivan.
  3. Atrévete a crear tu propia definición profesional, es válido que sea algo que no existe pero que resulte 100% aplicable.
  4. Prioriza, el camino de reorientar o continuar tu profesión será muy emocionante, pero toma en cuenta que no puedes aprender todo al mismo tiempo, lista como empezarás y de preferencia repasa conocimientos básicos.
  5. Explora bolsas de trabajo para saber en qué tipo de puestos se utilizan estos conocimientos o habilidades.
  6. Busca información académica o formativa. Haz una lista de los cursos que te gustaría tomar.

 

Cuando empieces a recorrer este camino, ten en mente que en ocasiones será necesario empezar de cero, no tengas miedo a volver a lo básico, busca el apoyo de personas con experiencia y acércate a todo aquel que pueda aportarte nueva información u orientación relevante.

Por último, recuerda que este será un camino que no tiene fin, es decir, podemos alcanzar la satisfacción de empezar una nueva profesión o darle un giro a la nuestra, pero lo verdaderamente emocionante es que el aprendizaje nunca se detiene. 

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