El crecimiento profesional implica estar en constante actualización, para realizarlo existen muchas opciones: cursos de capacitación y desarrollo, videos, lecturas, etc. Sin embargo, el éxito de estas estrategias dependerá de nuestra motivación para aprender y de elegir la técnica adecuada que nos permita adquirir el conocimiento teórico necesario, pero sobre todo que nos permita llevar este aprendizaje a la aplicación inmediata, que sea un aprendiza activo, para mejorar nuestros procesos de trabajo.
Tomemos en cuenta que los adultos tenemos necesidades educativas diferentes a las de los niños o adolescentes. Para que los adultos podamos aprender es necesario que podamos relacionar los aprendizajes previos con la información nueva para ajustarla y lograr su aplicación a diferentes ámbitos de nuestra vida, esto se conoce como aprendizaje significativo, y una forma de potenciarlo es el active learning.
Pero ¿qué es Active Learning?
Lo podemos entender como una metodología que nos permite generar estrategias de acción para lograr aprendizajes significativos, es decir, aprendemos siendo activos y participativos.
De esta manera, al protagonizar nuestras propias experiencias de aprendizaje y al realizar prácticas y actividades, aprendemos.
Al utilizar Active Learning siempre podemos y queremos aprender algo nuevo, ya que el aprendizaje no se trata solo del contenido, sino también del proceso.
Cuando utilizamos esta técnica, desarrollamos la autonomía y la capacidad para aprender cosas nuevas, permitiendo conseguir esa habilidad extra, ese conocimiento teórico, utilizable para el desarrollo de nuestro trabajo y para el uso diario.
Y así, seguir siendo competitivos en nuestra área laboral y conseguir el éxito deseado.
Con todo esto, lograremos mantener un enfoque adecuado para nuestro aprendizaje, lo que a menudo nos dará un mayor entusiasmo en el día a día, y buscar aprender algo nuevo.
Ahora que ya tenemos claro que es Active Learning ¿cómo logramos combinarlo con la tecnología?
Ninguno de nosotros es ajeno al hecho de que la mayoría de la información la consultamos en entornos digitales; si algo sucede en el otro lado del mundo, las redes sociales y el internet se encargan de que nos enteremos al instante, y en el caso de la educación, el uso de la tecnología, nos permite adquirir conocimientos que antes no estaban a nuestro alcance y, al mismo tiempo aprender a través de ella de formas que casi no notamos, por ejemplo, muchas personas están aprendiendo edición de vídeo gracias a plataformas como Tik Tok, que brinda una herramienta de fácil acceso, amigable e intuitiva.
Pero también tenemos a nuestro alcance diferentes aplicaciones y plataformas que nos posibilitan el alcanzar nuestras metas con mayor facilidad y que tienen el conocimiento que necesitamos.
Para continuar con tu formación profesional y sumarte al Active Learning, empieza por lo siguiente:
- Crea el ambiente: adapta tu espacio para que digas “hoy aprenderé algo”, no puedes prestar atención si existen distractores como el lavado de la vajilla o poner orden en tu lugar de trabajo antes de intentar aprender algo.
- Agéndalo: elige un horario, esto nos hace conscientes de que estaremos ocupados, por lo que sabemos que es momento de aprender.
- Busca tutoriales: cuando queremos o nos interesa algo automáticamente utilizamos un buscador, vemos vídeo tutoriales o artículos para aprender a hacer algo, ser autodidacta es active learning.
- Busca actividades: existen diferentes apps y páginas web que nos permiten buscar gente con nuestros mismos gustos o inquietudes, aprovéchalas para poner en práctica ese conocimiento, por ejemplo, si estás aprendiendo un nuevo idioma busca reuniones colaborativas para practicarlo.
- Comunícalo: comparte tu conocimiento, explícalo a tu equipo, pon a prueba el proceso que estás aprendiendo y pídeles ayuda para practicar y aprovecha también implementar nuevos procesos.
El aprendizaje no es un proceso lineal en el que alguien debe darte el conocimiento para que tú lo memorices, gracias a todas las herramientas que tenemos actualmente, es un proceso en el que podemos ser protagonistas y elegir cuál es la forma más conveniente para aprender.