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El futuro que no es

sueños del futuro que no es

Si hacemos un análisis de la comunicación en la actualidad, es fácil darnos cuenta de que se nos habla en un tono casi esquizofrénico, indicándonos que lo más importante es seguir nuestros sueños, así como producir y tener una cantidad más que suficiente de dinero, que nos permita alcanzar cierto estilo de vida, de forma que la meta final sea alcanzar cierto reconocimiento social. 

El problema con estos mensajes es que es fácil sentirse confundido e incluso desesperanzado al percatarnos que las cosas no salen como las planeamos, o que la ejecución o persecución de nuestros sueños no resulta tan sencilla como nos hubiera gustado.

Quisiéramos preguntarte, en el lugar que estás ahora ¿Dirías que estás cumpliendo con aquello que hace años pensabas que iba a suceder?

Tal vez estás incluso mejor, o quizás a estas alturas te sientas un poco frustrado. Pero entonces ¿Cuál es el camino?

Más allá de desanimarte, lo que quisiéramos que supieras es que por el ritmo de vida en el mundo actual, es normal que optemos por tomar decisiones en las que las ganancias llegan rápido, después de todo hay cuentas por pagar; y cuando eres un emprendedor, también das trabajo a otras familias.

Si analizamos está situación hasta este punto, podemos decir de manera general que existen dos tipos de personas:

Los que están tan empeñados en seguir sus sueños que no notan cuando sus ideas no funcionan.

Los que abandonan sus sueños y los sustituyen con otro tipo de alternativas que proporcionan una gratificación más rápida y tangible.

¿Son estas nuestras únicas opciones? ¿Cuál es entonces el camino correcto?

Artículo con artículo te hemos invitado a detenerte, y no solo a poner tus pensamientos en orden para elegir un plan de acción. Toda la idea de detenerte envuelve un propósito mayor, que es ignorar al exterior y escuchar lo que está pasando contigo. Si te detuvieras justo en este momento ¿Que te dirías a ti mismo? ¿Qué tan satisfecho te sientes?

Si eres capaz de hacer este ejercicio es probable que tu autoconocimiento te deje más preguntas que respuestas, y lejos de ser algo negativo es un paso para evaluar la dirección que estás tomando al cumplir tus planes.

¿Cómo hacer para que el camino no parezca tan agobiante?

  1. Acepta la permanencia del cambio. Tal vez cuando iniciaste tu carrera o tu negocio el futuro se veía diferente, porque habías imaginado cosas que no están sucediendo, pero recuerda que de la teoría a la práctica hay cambios significativos.
  2. Aprende a soltar. Identifica en qué momento lo que era un sueño se convirtió en una imposición a ti mismo, y que podría estarte haciendo perder otras metas; también acepta cuando las cosas no están resultando como esperabas.
  3. Acepta la frustración. Aprende a entender las complicaciones y la frustración como parte de la vida, vive las emociones que se presenten e incorpóralas como aprendizaje a tu experiencia.
  4. Mira tu camino. De vez en cuando voltea a ver lo que has vivido, lo que lograste y en lo que fracasaste; y decide hacia donde te quieres mover a partir del punto en el que te encuentras ahora.
  5. Acepta cuando tus sueños no son en realidad lo que querías. Tal vez toda tu vida soñaste con ser el presidente de una empresa, pero cuando lo eres no te sientes bien. Las presiones para continuar pueden ser muchas, pero ¿aun así es como quieres en cinco años pararte por la mañana y visualizar así tu vida?

sueños y confusión

Finalmente, queremos que sepas que no es nuestra intención enviarte un mensaje que suene vacío, lo que deseamos es que, ante la posibilidad del cambio constante, cuentes con herramientas que te funcionen para continuar en movimiento y para asegurar que estés donde estés, puedas evaluar tu situación y continuar tu camino a un lugar que te haga sentir satisfecho.

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