Top Nav

Pensamiento Estratégico

pensamiento estrategico

Cuando pensamos en una estrategia, es probable que lo interpretemos como una serie de pasos para llegar a un resultado, pero antes de considerar la mejor forma de ejecutar un plan, pensemos ¿cómo puedo lograr tener un pensamiento estratégico?

 

Primero es necesario saber que este tipo de pensamiento nos permite desarrollar habilidades para analizar las decisiones que tomamos, pero sobre todo la forma en la que llegamos a estas, es decir, “analizar nuestros análisis”. Esto puede parecer redundante pero en realidad quiere decir que tenemos la capacidad para tomarnos un tiempo antes de aventurarnos a cualquier tipo de solución o acción.

 

Además, cuando practicamos el pensamiento estratégico se vuelve un hábito y pronto nos daremos cuenta de que prestamos atención a todos los detalles, lo que nos permite tener mejores resultados.

 

¿Cómo podemos ejercer y ejercitar el pensamiento estratégico?

 

  1. Observa a tu alrededor. Aunque también pueda parecer muy obvio, la realidad es que hay muchas cosas que podemos pasar por alto; observa cómo las personas se mueven, cuáles son sus intereses, los temas actuales, tanto de manera común como en tu área de experiencia; esto te ayudará a conocer las necesidades de los demás y a generar propuestas que tengan que ver con el contexto en el que te desempeñas.
  2. Enfrenta los grandes problemas. A menudo cuando algo nos preocupa o parece complicado, generamos una serie de pensamientos que nos generan angustia y nos alejan de una solución; cuando exista un problema, procura siempre plantear todas las preguntas que tengas sobre él, desde cómo se originó hasta cómo solucionarlo.  Es en estos momentos la conversación inteligente será tu aliada.
  3. Busca soluciones diferentes. Consulta otras áreas del conocimiento u otras áreas del lugar en que trabajas y observa con qué métodos resuelven sus problemas, probablemente encuentres algo que sea útil, innovador y que te permita ampliar tu experiencia.  Habitúate llevar a cabo la interpretación de tu situación para preparar la aplicación de cualquier método.
  4. Ordena tu discurso. Habla contigo mismo, practica lo que vas a decir en una reunión, o cómo quieres expresarte, esto nuevamente parece obvio, pero muchos de nuestros problemas derivan de la falta de comunicación. Ordena tus ideas y emitelas de forma coherente. Si no sabes lo que quieres decir, es poco probable que obtengas lo que esperas.
  5. Sé inteligente emocionalmente. Considera que detrás de cada emoción siempre existe un pensamiento. Por ejemplo, si te causó molestia un auto que se pasó el alto, puedes enojarte en el momento, pero si decides estar enojado todo el día, el motivo de tu enojo no es el auto ignorando el semáforo, sino tu decisión de continuar con ese pensamiento en la cabeza.

 

Si pones en práctica estos pasos, pronto te darás cuenta que puedes ordenar tus pensamientos de tal forma que al analizarlos, retienes los útiles y desechas los que no lo son. Recuerda que el pensador estratégico no es el que dice lo primero que viene a su mente, es aquel que tiene claro lo que quiere comunicar, cómo quiere comunicarlo, y qué acciones se derivarán de esto.  Pensar estratégicamente requiere de práctica y entrenamiento.  ¡Comienza!

, , , , , , , , ,